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La cirugía ortopédica avanza con una innovación que podría cambiarlo todo: una pistola 3D capaz de imprimir injertos óseos personalizados directamente sobre fracturas en tiempo real durante una operación. Este avance —desarrollado por investigadores de la Universidad Sungkyunkwan en Seúl— promete acelerar la regeneración ósea, mejorar la integración anatómica y reducir riesgos en el quirófano.


¿Cómo funciona este innovador sistema?
La herramienta utiliza un filamento compuesto por:
• Hidroxiapatita (HA), un mineral presente en el hueso natural que estimula la cicatrización.
• Policaprolactona (PCL), un termoplástico biocompatible que se funde a baja temperatura y se adapta incluso a fracturas de formas irregulares.
El material se introduce en la pistola, y mediante extrusión caliente pero controlada, se deposita sobre la zona fracturada sin dañar tejidos circundantes.


Características destacadas
1. Adaptabilidad en tiempo real: el cirujano puede moldear el implante sobre la marcha, adaptando forma, ángulo y profundidad según la anatomía del paciente.
2. Rápida regeneración ósea: en modelos animales (conejos con fracturas femorales), en 12 semanas se observó mayor superficie ósea, mayor grosor cortical y mejor resistencia estructural comparado con métodos tradicionales.
3. Propiedades antibacterianas: el filamento incorpora antibióticos como vancomicina y gentamicina, que se liberan lentamente para prevenir infecciones postoperatorias, sin necesidad de administración sistémica.
4. Extrusión segura: la PCL funde controladamente a baja temperatura (aprox. 60 °C), permitiendo aplicación segura sin quemar tejidos.
5. Portabilidad y precisión quirúrgica: es un dispositivo compacto, portable, que facilita la impresión controlada del andamiaje óseo durante la intervención, reduciendo tiempos y evitando etapas previas complejas como modelado o fabricación en laboratorio.


Beneficios frente a métodos tradicionales
• Elimina la necesidad de implantes prefabricados que pueden no encajar perfectamente en fracturas con geometrías irregulares.
• Reduce el tiempo quirúrgico preoperatorio, al eliminar etapas como imagen, modelado o tallado de implantes.
• Mejora la integración anatómica del injerto con el hueso, lo que favorece la reparación natural.
• Minimiza el riesgo de infección, gracias a la liberación localizada de antibióticos.
• Promueve una regeneración más sólida y estructuralmente densa, como lo confirman los ensayos en animales.


Próximos pasos y desafíos
Aunque los resultados en conejos son prometedores, los investigadores destacan que se necesita:
• Validaciones en animales de mayor tamaño.
• Estandarización de procesos y escalado industrial.
• Cumplimiento de normativas regulatorias para seguridad, esterilización y uso clínico humano.


El objetivo final es ofrecer una herramienta quirúrgica que imprima injertos óseos personalizados, eficientes y seguros.

Lee la nota original aquí: Infobae

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