
En 2015, científicos de la Universidad de Windsor recibieron el aval para realizar un estudio sobre el diente de león, el cual publicaron en Oncotarget. Este reveló que el extracto acuoso de raíz de diente de león (DRE) elimina más del 95% de células de cáncer colorrectal en solo 48 horas. En pruebas con animales, redujo el crecimiento tumoral en más del 90 %, abriendo la puerta a terapias naturales menos tóxicas.
Diente de león vs. células cancerosas

El equipo de la Universidad de Windsor descubrió que el DRE induce muerte celular programada (apoptosis) en líneas de cáncer de colon HT‑29 y HCT116, sin afectar a células sanas. En laboratorio, más del 95% de las células cancerosas mueren tras 48 horas. Además, la administración oral del extracto redujo el crecimiento de tumores en más del 90% en ratones trasplantados con células humanas.
Los investigadores identificaron que el DRE activa múltiples vías de muerte celular, algunas dependientes de caspasas como la caspasa‑8, y otras independientes. Se observaron alteraciones en el potencial mitocondrial y un aumento de radicales libres (ROS), lo que contribuye a la apoptosis. El análisis genético mostró una regulación específica de genes pro-apoptóticos y anti-apoptóticos en células cancerosas, mientras que en células sanas no se activaron estas rutas.
Un dato esencial: el DRE no perjudica a las células normales. En líneas derivadas del colon sano, no se detectaron efectos citotóxicos, lo que resalta su selectividad terapéutica. Esto sugiere que compuestos naturales como α‑amyrina, β‑amyrina, lupeol y taraxasterol, presentes en la raíz, atacan específicamente las células malignas.
Potencial y limitaciones del DRE

Los resultados en animales también fueron contundentes: el crecimiento de tumores xenoinjertados se ralentizó más del 90%. Esto amplía la esperanza de que el DRE pueda ser una alternativa no tóxica y eficaz contra el cáncer colorrectal.
Sin embargo, los investigadores advierten que estos hallazgos provienen de modelos de laboratorio y animales, no pruebas clínicas directas. Siyaram Pandey, coautor del estudio, subraya:
“la mayoría de las células cancerosas mueren en 48 horas, pero eso no significa que un paciente se cure en ese tiempo”.
Se necesitan ensayos clínicos rigurosos para evaluar la seguridad, dosis óptima, interacciones con otros tratamientos y posibles efectos secundarios.
Particular atención merece la precisión científica: la FDA y autoridades regulatorias exigirán ensayos controlados con pacientes, fases de toxicidad y farmacocinética antes de considerar su uso terapéutico.
El DRE también se probó en combinación con lipopolisacáridos (LPS) que simulan inflamación tumoral, donde inhibió vías como TLR4/NFκB y disminuyó receptores como ACE2/TMPRSS2. Esto amplía su aplicación potencial a escenarios inflamatorios asociados al cáncer.
El extracto de raíz de diente de león muestra un potente efecto anticancerígeno selectivo contra células de cáncer de colon, tanto in vitro como en modelos animales. Sin embargo, su utilización clínica aún requiere ensayos humanos. Estas evidencias prometedoras deben abordarse con rigor científico para determinar su viabilidad como terapia segura y efectiva.